La receta
- Coloca delicadamente las lonchas de carpaccio sobre platos grandes. Reserva en frío.
- En un bol, mezcla el aceite de oliva y el de avellana, exprime el zumo de un limón y añádelo al aceite.
- Añade sal y pimienta (dos vueltas de molino). Reserva unos granos de sal para sazonar los platos antes de servirlos.
- Usando un pincel, extiende esta marinada sobre las lonchas de carpaccio. Reserva una buena cucharada sopera para condimentar la rúcula.
- Coloca la rúcula formando un montoncito en el centro de cada plato de carpaccio.
- Corta unos trocitos de mozzarella de búfala y repártela en los platos.
- Da un par de vueltas del molinillo de pimienta (molido grueso) bien repartidas sobre cada plato y echa también un poco de sal Maldon ahumada.
- Coloca los tomates confitados sobre la rúcula (trocéalos si es preciso).
- Servir.
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Una receta italiana auténtica con un toque salino y ahumado anglosajón: la cremosa mozzarella de búfala lucirá en todo su esplendor junto a la acidez del limón de Sicilia y un ligero toque de pimienta. Es la especialidad por excelencia de la carne cruda y cortada en láminas finas.
Hubert - asesor culinario Grupo Routhiau